El noviazgo “destructivo”
Los noviazgos destructivos son los
posesivos e infantiles, los que asfixian, acosan, restan movilidad, tiempo,
libertad, obstruyen y dificultan estudios, trabajo, deporte, relaciones
familiares, sociales y amistades.
Hay que aprender a amar. Tomás
Melendo dice que, hoy día este tema está ausente. Se confunde el amor con el
sentimentalismo blandengue. Amar es querer al otro en cuanto otro. En el animal
la referencia es siempre el “yo”, el bien propio. Hay cosas que le atraen y
cosas que rechaza. El ser humano, en cambio puede poner entre paréntesis sus
instintos y realizar algo porque ve que aquello es bueno, aunque a él eso no le
atraiga o no le interese.
Cuando ama, el ser humano puede
poner entre paréntesis su conveniencia, su comodidad, su placer. Amar es querer
el bien; no es fácil perseguir el bien del otro porque hay una tendencia fuerte
al egoísmo. Aquel bien que le ofrecemos a la persona amada ha de ser un bien
real ha de ser algo que la mejore, y no que me beneficie sólo a mí.
Cualquier bien, sólo lo es, si
mejora a la persona. ¿Qué quiere decir que lo mejore? Que lo haga más pleno,
más cabal, más de una pieza; va a ser algo que lo acerque a su destino de amor,
a Dios. Cuando queremos a una persona la enseñamos a querer, a refrenarse, a ser amable
Un novio destructivo no escribirá
cartas a su novia querrá acompañarla a
todas partes, estará constantemente tratando de experimentar con ella besos y
caricias profundas. Además buscará solo el lado sexual de la relación, le hablará por teléfono a todas horas, querrá
verla desde temprano y procurará despedirse ya entrando la noche: Mostrará
celos, hará amenazas y ejercerá una manipulación a veces escondida. Esa persona
crea conflictos emocionales y quita la paz interior.
Cultivar una amistad
previa
La definición de noviazgo
puntualiza que es un compromiso –aunque a algunos no les gusta hablar de
compromisos- de trato afectivo adquirido entre dos excelentes amigos.
Los cónyuges, antes de serlo
debieron ser los mejores amigos. En caso contrario su matrimonio puede
fracasar. Los novios antes de novios deben ser excelentes amigos: Será el mejor
medio para conocerse.
Los jóvenes buscan constantemente a
la pareja ideal, o al menos adecuada, y con frecuencia se equivocan, se
decepcionan. Cuando un amigo les hace ver los defectos del ser amado
(idealizado) se enojan. Entonces el amigo (a) se aleja murmurando que “el amor
es ciego”.
No siempre es bueno cambiar una amistad por un amor. Pero el verdadero amor –el amor maduro- no es ciego,
no idealiza. Enamorados de una cara o de un cuerpo solemos enfermar de premura
pasional se despierta en nosotros un deseo de besar, abrazar, de sentir la
cercanía del otro.
Cuando alguien dice: “No tengo
tiempo”, hay que preguntarle: “para qué”,
porque tiempo hay mucho. Hoy, algunos no tienen tiempo para la amistad porque
han perdido el gusto por la amistad.
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