Lo importante hoy



¿Qué es lo esencial ahora?

Teresa de Calcuta decía: “Si una madre puede asesinar a su propio hijo en su seno, ¿qué impediría que nos matemos unos a otros? Millones de niños no nacidos son asesinados. Nadie habla de estos pequeños que son concebidos para la misma vida que tú y yo. Las naciones que han legalizado el aborto, para mí, son las naciones más pobres. Tienen miedo de los pequeños, tienen miedo de los niños no nacidos, y el niño debe morir porque no quieren alimentar un niño más, ni educar un niño más. El niño debe morir. En el nombre de estos pequeños, les pido que digan sí a la vida. La Escritura narra que fue un niño no nacido, el que reconoció a Jesús, cuando María fue a visitar a su prima Isabel; en el momento en que María entró a la casa, el pequeño exultó de alegría en el seno de su madre. ¡Reconoció al Príncipe de la Paz! Tomemos una sólida resolución, salvemos a cada pequeño, a cada niño no nacido dándole la posibilidad de nacer… Estamos combatiendo el aborto con la adopción, y el buen Dios está bendiciendo el trabajo que realizamos de modo maravilloso, que hemos salvado miles de niños y miles de ellos han encontrado un hogar donde son amados, queridos y protegidos. Hemos traído tanta alegría en los hogares donde no había un niño, y por eso hoy les pido, en presencia de su Majestad, y ante todos ustedes que vienen de diferentes países, que oremos para tener el valor de ponernos de parte de los niños no nacidos, y dar al niño la oportunidad de amar y de ser amado, y creo que, con la gracia de Dios, podemos llevar paz al mundo” (Fragmento del Discurso que dio en 1979, al recibir el Premio Nobel de la Paz).
Este tiempo nos lleva a preguntarnos: ¿Qué es lo esencial? No hay respuestas fáciles. Con la pandemia o “plandemia” todos estamos luchando por sobrevivir, ¿por qué? Porque sabemos que la vida es muy valiosa.
La familia ha existido antes del Estado. Si se destruye la familia, se destruye a la sociedad. Los romanos eran inteligentes, decían que una familia disfuncional probablemente va a generar hijos disfuncionales y se van a convertir en ciudadanos disfuncionales, entonces el Estado va a lidiar con ello, y dicen: “No quiero esos problemas, vamos a resolver el problema de raíz”, entonces dan unos parámetros jurídicos para proteger a la madre y a sus hijos. Hay hijos con circunstancias difíciles y son capaces de sobreponerse y ser personas muy virtuosas, pero no son la mayoría.
Ningún ser humano puede ser declarado incompatible con la vida. Cada niño que se manifiesta en el seno materno es un don, un regalo irrepetible y único. Los bebés no son como las máquinas, si una se echa a perder, consigues otra. Cada niño cambia la historia de una familia, del padre, de la madre, de los hermanos y de los abuelos y tíos. El miedo y la hostilidad hacia la discapacidad a menudo conducen a la elección del aborto configurándolo como una práctica de “prevención”. Todo niño ha de ser amado, toda persona ha de ser amada, aunque lleve malformaciones físicas o morales. Toda vida humana es sagrada e inviolable. A veces hay una mentalidad eugenésica inhumana, que dicta quienes han de morir y quienes han de vivir, y así se arrebata a las familias o a la madre la posibilidad de acoger y amar una nueva vida, aunque ésta sea débil.
La Confederación Americana Sobre Derechos Humanos, de observancia obligatoria para México, establece el derecho a la vida desde el momento mismo de la concepción (Art, 4º, párrafo primero). Es imposible que un delito sea al mismo tiempo un derecho. No es progresista tratar de resolver los problemas humanos eliminando una vida humana.
Dicen que mucha gente muere por culpa del alcohol; pocos dicen cuánta gente nace por la misma causa.
Cuando la madre no quiere al hijo que viene, queda el recurso de darlo en adopción. No existe el derecho a adoptar, existe el derecho a ser adoptado, dice el juez de Kentucky: “El niño tiene el derecho superior de recuperar lo que ha perdido en lo natural: un padre y una madre”. El niño no es un producto para satisfacer un anhelo emocional, ideológico o político. El niño es el fin supremo de la sociedad y del Estado. Todo niño es un fin en sí mismo, es digno de ser amado por sí mismo.
Lo prioritario ahora es la defensa de la vida y del amor, por ello hay que saber que hay personas que crean vacunas para hacer a los bebés autistas (la MMR, conjunto de vacunas infantiles) y también han confeccionado vacunas que enferman, como la vacuna contra la influenza, que ha provocado neumonía en múltiples casos. Ahora van a sacar una vacuna contra el Covid-19 que va a inocular un virus peor y mortal, y también nos quieren poner un chip obligatorio para controlar a la población.
La defensa de la vida y del amor son ahora mismo lo esencial, y hemos de luchar por ello con medios científicos, con oración y sacrificio, de otro modo estamos perdiendo el tiempo en distracciones banales.
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