A los recién casados

 


Hay cosas que puede obstaculizar la buena marcha de un matrimonio, como la falta de comunicación y la ignorancia de qué es el matrimonio y la sexualidad, pero para empezar el primer consejo sería: saquen la televisión de su recámara. El televisor aísla, recorta la comunicación.

Uno de los grandes retos de la familia actual es tratar de comer juntos y tener momentos de conversación. Al menos se ha de procurar hacer una comida al día juntos, ya que vivimos bombardeados por trabajos y entretenimientos que puede quitar estos preciosos momentos del arte de convivir en familia y con los hijos. Hay que planear los temas de conversación (temas actuales, trabajo, estudio, amistades, historia, lecturas, deportes, exámenes, etc.) y saber preguntar a cada uno cómo le fue durante el día e interesarse por los detalles más pequeños.

Madre Teresa de Calcuta dijo: “Hoy el aborto es el peor mal y un enemigo de la paz. Los que nos hemos reunido hoy hemos sido deseados por nuestros padres, sino, no estaríamos aquí. Muchos niños mueren de forma intencionada, por la voluntad de la madre. Esto es lo que hoy destruye la paz, porque si una madre puede matar a su propio hijo, ¿qué le impide matar a cualquiera? Nada.

Muy pobre es el país donde se tolera privar de la vida a un niño no nacido: un niño creado a imagen y semejanza de Dios, creado para vivir y para amar. Su vida no está para ser destruida, sino para que viva…

Cada uno de nosotros tiene que llevar su propia cruz: esa es la señal de que pertenecemos a Cristo”.

Hay matrimonios jóvenes que quieren esperar a tener un hijo porque viven en pobreza extrema o por otro motivo serio En este caso sería conveniente que estudien qué medios van a poner para evitar los hijos, pues tendría que ser un método natural, ya que la mayor parte de las pastillas anticonceptivas son abortivas, y si no lo creen, acudan al laboratorio que las hace y estudien los componentes de las mismas.

La píldora no siempre impide la fertilización, y cuando ésta ocurre, la píldora impide que el óvulo fecundado se implante en la membrana del útero. En estos casos la píldora actúa como un abortivo directo. El dispositivo intrauterino DIU, el Depo Provera, el Preven también pueden ser abortivos.

El aborto químico producido por fármacos se está constituyendo en el asesino número uno de embriones y fetos humanos en todo el mundo.

La primera reacción psicológica de la mujer que ha practicado un aborto es la negación. Luego vienen cuadros depresivos acompañados de un sentimiento de culpa. Para curarse hay que pedir y recibir el perdón de Dios. Para los católicos es imprescindible recibir el sacramento de la confesión para recibir el perdón y la curación de Dios de los pecados graves. Dios es misericordioso ante quien se arrepiente del mal hecho. Orar por un bebé que ha fallecido puede curar a los hijos que viven y a familias enteras.

Los involucrados pueden buscar en internet los efectos abortivos de algunos anticonceptivos para saber más, por ejemplo, en http://vidahumana.org/anticoncepcion.

Muchos desconocen que es intrínsecamente mala toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga como fin o como medio, hacer imposible la procreación. (Cfr. CEC 2730).

Es imposible creer en la santidad de la vida humana y a la vez creer en el derecho a la contracepción. Con certeza se ha demostrado que la mentalidad anticonceptiva siempre conduce al aborto. Un matrimonio que usa métodos anticonceptivos no naturales no debe acercarse a comulgar.

Hay matrimonios que viven la abstinencia y otros que usan el método Billings porque tienen un motivo para evitar a los hijos, método que exige cierta disciplina de parte de los dos.

Lo que se pretende es que la pareja sea feliz y se vea con amor, y no que uno al otro se vean como cómplices. Es muy importante orar porque orar es amar.

Afirmar que Dios es Creador es decir que gobierna este mundo, es decir que está presente en la Historia. Si nos quedamos en que Dios ha creado un mundo bonito, nos quedamos en un cuento de hadas. Este mundo no es Disneylandia; hay quienes aspiran a vivir en Disneylandia, entretenidos. Hay quien sólo piensa en divertirse, en pasarla bien, y piensan que estamos en el paraíso terrenal. No estamos para divertirnos. Tenemos un papel en esta historia de pecado. Si quiero Disneylandia y la vida no es así, vivo en una frustración constante. El problema de nuestros contemporáneos es que quieren hacer de este mundo Disneylandia, cuando aquí está pasando algo, estamos llamados a colaborar en esta batalla espiritual, en este campo de trigo y cizaña.

Nuestro futuro está condicionado a que tengamos dos cosas: piedad y doctrina cristiana. Tener piedad consiste en tener prácticas que acercan a Dios, como la Santa Misa, el rezo del Rosario y la oración mental. Tener doctrina es, en resumen, conocer el Catecismo de la Iglesia Católica y los rudimentos de la Teología.

 


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