DEFENDER A LA FAMILIA
Luigi
Amicone escribe: Carlo Caffarra, miembro del Pontificio Consejo
para la Familia, explicó en una conversación con Tempi.it porqué las políticas anti-familia parecen tan fuertes.
Caffarra declaró: “Me han surgido distintos pensamientos desde
que el Parlamento Europeo recomendó el reconocimiento de los matrimonios entre
personas del mismo sexo (Estrasburgo, Primavera de 2015)”. El primer
pensamiento ha sido este: “Estamos en el fin. Europa se está muriendo,
y tal vez ni siquiera tiene ganas de vivir, pues no ha habido civilización que
haya sobrevivido al ensalzamiento de la homosexualidad. No estoy diciendo al
ejercicio de la homosexualidad, sino a su ensalzamiento; ninguna civilización
ha ido tan lejos como para afirmar el matrimonio entre personas del mismo sexo.
En
distintos pueblos paganos la homosexualidad tenía un tinte sagrado. De hecho,
el adjetivo usado en el Levítico para juzgar el ensalzamiento de la
homosexualidad a través del rito sagrado es ‘abominable’. Tenía carácter
sagrado en los templos y ritos paganos.
Tanto
es así que las dos únicas realidades civiles, llamémoslas así, los dos únicos
pueblos que han resistido muchos milenios a la homosexualidad son el judaísmo y
el cristianismo. ¿Dónde están los asirios hoy en día?, ¿dónde los babilonios?
Han desaparecido. Y el pueblo judío era una tribu, parecía una nulidad frente a
otras realidades político-religiosas. Sin embargo, la reglamentación del
ejercicio de la sexualidad como la que encontramos, por ejemplo, en el libro
del Levítico, se convirtió en un factor importantísimo de civilización. Este
fue mi primer pensamiento.
Segundo
pensamiento. Ante hechos de este tipo me pregunto: ¿cómo es posible que en la
mente del hombre se oscurezcan evidencias tan originarias? Y la respuesta a mi
juicio es que se trata de una obra diabólica, literalmente”.
Estrictamente
hablando, es el último desafío que satanás lanza a Dios creador diciendo: ‘Te
voy enseño como construyo una creación alternativa a la tuya, y verás que las
personas dirán: se está mejor así. Tú les prometes libertad, yo les propongo el
arbitrio. Tú les das amor, yo les ofrezco emociones. Tú quieres la justicia; yo,
la igualdad perfecta que anula toda diferencia’.
Sigue
Carlo Caffarra. ¿Por qué digo ‘creación alternativa’? Porque si volvemos, como
Jesús nos pide, al Principio -al diseño original-, a la forma en que Dios ha
pensado la creación, vemos que este gran edificio que es la creación, se rige
sobre dos columnas: la relación hombre-mujer (la pareja) y el trabajo humano.
Nosotros estamos hablando ahora de la primera columna, pero también la segunda
se está destruyendo.
El
tercer pensamiento tiene forma de pregunta: ¿Hasta cuándo, Señor? Y entonces
resuena en mi corazón la respuesta que da el Señor en el Apocalipsis. En este
libro se narra que a los pies del altar celeste están los asesinados por la
justicia, los mártires, que dicen continuamente: ¿Para cuándo dejas el hacer
justicia y vengar nuestra sangre contra los habitantes de la tierra? (Apoc 6,
10). Y me sale espontáneo decir: ¿Hasta cuándo, Señor, no defenderás tu
creación? Y de nuevo la respuesta del Apocalipsis resuena dentro de mí: “Deben
aguardar un poco hasta que se complete el número de los hermanos que van a ser
inmolados como ellos”. ¡Qué gran misterio es la paciencia de Dios!
De
cada cosa y de cada criatura la Biblia dice: “Y vio Dios que era bueno”. ¡Es la
alegría del gran artista! Ahora esta gran obra de arte de Dios está desfigurada.
Pero Dios es paciente y misericordioso. ¿Toda esta fuerza de desfigurar y
destruir la creación tiene tanta fuerza que al final vencerá? No. Yo pienso que
hay una fuerza más poderosa que es el acto redentor de Cristo.
Me
pregunto: ¿Cómo puedo impedir el oscurecimiento de los corazones? Pienso que
hay dos posibles directrices. Primer hacer una intervención de urgencia, curar,
y luego intentar entender las causas de ese oscurecimiento para luego hacer un
largo proceso educativo. ¿Y quiénes serán los actores de esa empresa para la
que se necesitará tiempo y capacidad de sacrificio? En mi opinión son
fundamentalmente los pastores de la Iglesia y los esposos cristianos.
El
hombre ha hecho desastres enormes pero la imagen de Dios ha permanecido. Yo
veo, hoy, que los jóvenes son cada vez menos capaces del retorno a sí mismos.
El mismo drama de Agustín cuando tenía su edad. Al final, ¿qué es lo que
conmovió a Agustín? Ver a un obispo, Ambrosio, y ver a una comunidad que cantaba
con el corazón, más que con los labios, la belleza de la creación, Deus creator omnium, el bellísimo himno de Ambrosio.
Una
última cosa. A medida que mi vida avanza veo la importancia de las leyes
civiles. He entendido lo que dice Heráclito: “Es necesario que el pueblo
combata por la ley como por los muros de la ciudad”. Hoy parece que el estado
ha abdicado de su tarea legislativa, reduciéndose a ser una cinta grabadora de
los deseos de los individuos, cuyo resultado es la creación de una sociedad de egoísmos
opuestos, o de frágiles convergencias de intereses contrarios.
Tácito
dice: “Muchísimas son las leyes cuando el Estado es corrupto”. Cuando el Estado
es corrupto las leyes se multiplica. Es la situación actual.
No
podemos callarnos. Ay de nosotros si el Señor nos reprendiera con las palabras
del profeta: Sois perros que no habéis ladrado.
Los
niños han sido transformados de sujetos de derecho como cada persona humana, en
objetos de deseo de las personas adultas. Hemos vuelto al paganismo donde el niño
no tenía ningún derecho. Era un objeto “a disposición de”. Por lo tanto, no
podemos callar. (Religión en Libertad. Hemos vuelto al
paganismo donde el niño no tenía derechos).
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