Aprende a aprender
En la familia se aprende a aprender; se aprende
también a aceptar a los otros. Aprender
es querer sacar lo mejor de los demás: implica interesarse por todo y por
todos.
Es mucho más fácil educar la inteligencia que la
voluntad, porque para educar la voluntad se
requiere el ejemplo de la persona entera, completa. Una buena familia forma
en los cuatro niveles del uso de la libertad:
1. Afectivo:
la educación de los sentimientos es básica y difícil, Tal vez es uno de los
puntos débiles del mexicano, que suele ser susceptible en extremo, y no se
plantea crecer en fortaleza, para hacer felices a los demás. La sensiblería
excesiva es mala en la educación porque hace a los hijos débiles para afrontar
los obstáculos de un futuro próximo o remoto. No se les han de evitar las
dificultades; al contrario, hay que enfrentarlos con dificultades a su medida.
Entusiasmarse ante la posibilidad de saltar pequeños obstáculos, de otro modo los
hijos permanecerán en minoría de edad permanente, ¡Qué importante es saber
sonreír ante lo que cuesta! Este aspecto
tiene una base sensible que implica simpatía, vibración común.
La familia es el lugar al que se quiere volver; la
casa es un lugar insustituible porque es el lugar en donde nos sentimos bien.
"Quiero volver a casa" es una ti-ase común. Cuando digo vuelvo a
mi casa digo vuelvo a mi mismo.
2. Amistad:
si en la familia hay diálogo e interés de unos por otros, habrá amistad sin que
se pierda la autoridad y el prestigio de padre. La amistad se facilita si se
blinda, de entrada, una sonrisa a los demás. En la familia uno se siente libre.
Ésa es una de las razones por las que todo mundo quiere tener una familia.
Educar es ayudar. Implica
ciencia, ética y, sobre todo, es un arte; es decir, no tiene reglas tan
claras. Se han de leer libros para educar bien pero también se ha de estudiar a
cada uno de los hijos a fin de conocerlos mejor.
En el sello familiar se comparten bienes materiales:
objetos, tiempo, alimentos. La hora de comer no es sólo el momento de
satisfacer una necesidad biológica -decía el filósofo Rafael Alvira-; sino que
es también un momento festivo, y asimismo tiene el sentido de un sacrificio,
porque se sacrifica un fruto o un animal para el bien de un conjunto de
personas.
3. Respeto:
implica cariño y respeto profundo por el carácter de los otros miembros de la
familia. La familia es el lugar en donde se nos acepta absolutamente. Se acepta
a la persona por 1o que es; es el único lugar en el que se nos acepta sin
condiciones. ¿Cuál es el valor de una sonrisa para la gente que nos rodea? al
sonreír le decimos a la otra persona que la aceptamos. Tiene importancia en la
vida diaria no sólo para relacionamos sino también para la salud; una comida
puede hacer daño si es el mal humor lo que reina en el ambiente.
4. En la familia se aprende lo que es el
enamoramiento. En la familia se conoce el amor
desinteresado, la generosidad, el optimismo, el hábito de compartir penas y
gozos. La persona sólo aprende aquello por lo que tiene afición. En la casa se
aprende a tener gusto por el bien decir y por la hospitalidad; se aprende a
apreciar la buena música y la buena lectura.
Lo que más destruye es la falta de dedicación, de
tiempo. Una familia se destruye fundamentalmente por dos razones:
·
Cuando hay peleas y no hay reconciliación. Las
peleas normales son señal de que hay trato y amistad.
·
Cuando hay indiferencia, consecuencia de la falta de
dedicación.
Conocer
los propios procesos mentales
La expresión aprende a aprender hace referencia
al desarrollo de la capacidad del alumno para reconocer su proceso de aprendizaje,
aumentando así su eficacia. Implica reflexionar en la forma en que se aprende,
significa regular el propio proceso de aprendizaje mediante el uso de
estrategias flexibles y apropiadas, que se trasladan o transfieren a diferentes
y nuevas situaciones. Esta habilidad genera un impacto importante en el bienestar, en saber disfrutar de
nuevos conocimientos y en nuestra
productividad.
Es necesario observar
el propio proceso de enseñanza-aprendizaje y analizarlo “desde fuera”. Si
hubo enseñanza de parte del profesor, pero no hubo aprendizaje, el profesor no
enseñó.
Es necesario
que cada persona conozca sus esquemas mentales y su modo de entender y
memorizar. No se puede prescindir de la memoria a la hora de aprender.
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