La moda
El
modo de vestirse de una mujer refleja parte de su “yo profundo”, de su
interioridad. Por eso, cuando el hombre
se viste, se cubre su cuerpo; cuando la mujer se viste, descubre su alma.
Te
invito a no ceder ante la presión del ambiente. ¿Te animas a mejorar la moda y
las costumbres? El modo de hablar, de vestir, de moverse, tiene mucho que ver
con lo que llevamos dentro. Con frecuencia la moda nos hace masa, y así está planeado por los
poderosos de la tierra. Tú puedes ser una mujer noblemente rebelde, de una
pieza. Si las mujeres saben custodiar su alma y su cuerpo, no serán una más:
serán mujeres que saben distinguirse por su elegancia, por ser femeninas.
Somos
diferentes al varón. La mujer debe conocer la diferencia natural de percepción
del hombre, distinta de la percepción de la mujer. Debe conocer muy bien la
diferencia entre ser usada
(mujer-objeto: “qué buena estás”) y ser
amada (“qué guapa eres”). La mujer tiene habilidad, arte y condiciones para
emplear la moda como medio de limpieza en la sociedad. ¿Te animas?
La
intimidad corporal en la moda actual está desprotegida: deja ver demasiado del
cuerpo. Un vestido que subraya el sexo contribuye a encubrir el valor de la persona y a resaltarla como objeto de placer. El desafío es ir contra corriente, para eso tenemos
que cuidar el pudor.
¿Qué
es el pudor? El pudor es la
inclinación natural a cubrir el cuerpo para protegerlo de las miradas morbosas.
Nos hace más dignas, más dueñas de nosotras mismas. La falta de pudor consiste
en llevar la ropa
ajustada, la falda corta, usar escotes que dejan ver más de la cuenta, mostrar
nuestros pechos; a veces la mirada se va a la cintura –al ombligo- en vez de
irse a los ojos, y eso no nos hace felices.
La mujer con pudor llegará a ser más dueña
de sí. El pudor es la inclinación a mantener oculto lo que no debe ser
mostrado, a callar lo que no debe ser dicho, a reservar a su verdadero dueño el
don para aquel a quien se ama. Una desnudez es impúdica cuando no es de nadie y
al mismo tiempo es de todos: disponible para quien la quiera. La ropa que deja
ver la ropa interior, no es elegante. No seamos esclavos de lo que dictan los
modistos. México nos necesita cuerdos, pensantes.Los varones también se dejan arrastrar por las modas. Se les ve con el pelo parado en puntas, con el piercing o perforación. Ciertamente no son se ven más guapos así, y sí son más vulnerables de lo que imaginan.
¡Tú vales mucho, mucho! Más de lo que piensas, aunque hayas tenido caídas, aunque tengas defectos. ¡Vales mucho! Procura que te traten como lo que eres: una gran persona, una persona preciosa, es decir, de gran precio.
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