¿Qué pierdes con hacer oración?
Le
preguntaron a un hombre:
- ¿Qué ganas al hacer oración?
- Nada…, pero déjame decirte lo que he
perdido: la inseguridad, la ira, el egoísmo exagerado, la depresión y el miedo
a la muerte.
En una
ocasión le preguntaron al Cardenal Bergoglio cómo debía ser la oración: A mi juicio debe ser en cierta manera una
experiencia de claudicación, de entrega, donde todo nuestro ser entre en la
presencia de Dios. Es allí donde se producirá el diálogo, la escucha, la
transformación. Mirar a Dios, pero sobre todo sentirse mirado por Él. En
ocasiones la experiencia religiosa en la oración, en mi caso, se produce en mi
caso cuando rezo el Rosario o los salmos, o cuando celebro la Eucaristía.
Pero
cuando más vivo la experiencia religiosa es en el momento en que me pongo a
tiempo indefinido delante del sagrario, a veces me duermo sentado dejándome
mirar. Siento como si estuviera en manos de Otro, como si Dios me tuviese
tomando la mano. Creo que hay que llegar a alteridad trascendente del Señor,
que es Señor de todo pero que respeta siempre nuestra libertad. Esto aparece en una entrevista en el libro
El Jesuita.
Para
San Bernardo el verdadero conocimiento es una experiencia personal profunda de
Jesucristo y de su amor. Eso lo hemos de experimentar para que nuestra vida
tenga sentido.
San
Antonio de Padua es doctor de la Iglesia. En sus sermones habla de la oración
como de una relación amor con Dios que impulsa al hombre a conversar dulcemente
con el Señor, que suavemente envuelve el alma en oración.
Hacer
de la oración carne de nuestra carne. Es cum
versus, estar ante otro.
Siempre
hemos de poner el esfuerzo de recogernos. El teléfono celular me puede sacar de
mí. No me recojo en el tiempo de la noche. No me puedo vender a los poderes de
la tierra. Vas a empezar a ser rebelde, infeliz.
Llega
un momento en que se puede cortar la comunicación y entonces estoy en el
infierno, porque el infierno es estar solo. La oración es una actitud interior,
una actitud del corazón, un modo de estar frente a Dios, antes que realizar
actos de culto.
La
oración es una respuesta a Aquél que ya se hizo presente en nuestra vida.
Comentarios
Publicar un comentario