Sentido de la vida y del amor
Hay una pregunta que necesitamos responder: Tú, ¿para qué estás en el mundo? Es
una pregunta fuerte, y es necesario que cada uno la resuelva por cuenta propia,
con o sin ayuda. Muchas veces el ser humano posee una estructura débil porque
no tiene rumbo, porque no sabe quién es, de dónde viene y a dónde va. Otras
veces es endeble porque carece de principios morales. Las adicciones, a la
droga, al sexo, al alcohol, son en el fondo una búsqueda espiritual.
Tú,
¿sabes distinguir la diferencia entre placer y amor? no siempre es fácil
establecer la diferencia. El amor sabe esperar y respeta a la persona amada; la
pasión no ve ni oye ni entiende razones, excepto las que su egoísmo le dicta, y
busca el placer y la satisfacción personal.
Cuando
una pareja ha encontrado el “camino rápido a la intimidad”, que son las
relaciones sexuales, no se molestan por conocer a la otra parte en su intimidad
emocional, mental y espiritual. Toman lo
fácil, no lo durable
Una
muchacha escribe a su novio:
Te digo “no” porque me gustas mucho
y
no quiero que te conviertas en un juego.
Te
digo “no” porque si de verdad tu amor
fuera
sincero, no me pedirías una entrega
total.
Te
digo “no” porque es más romántico
decirte
que no ahora, para poder decirte
sí
con la frente alta el día de nuestra boda.
Las
mujeres jóvenes deben saber que el atractivo sexual es to natural, y el recato
es asimismo atractivo; atrae cuando viste alegre y a la moda, sin ser
provocativa, sin dar dobles mensajes, cuando su tiempo está bien empleado y no
lo pierde, cuando cuida sus amistades y sabe cómo son las personas con quien se
rodea.
Un
reporte del Junior Achievement
informa que los medios de comunicación social figuran en tercer lugar, después
de los padres y los compañeros, en su poder de influir sobre los adolescentes,
sobre su conducta y sus valores morales. ¿Qué le dicen los medios informativos
al adolescente? ... por lo menos en el área del sexo, les dicen mentiras. En la TV nadie paga el precio del sexo
ilícito, los jóvenes lo pagan en la vida real. En Estados Unidos, las
enfermedades de transmisión sexual están ya fuera de control. Aplicar el
principio de recuperación consiste en reconocer y evitar cometer los mismos
errores; de vivir una sexualidad fuera de contexto; es decir, del compromiso
matrimonial; sin embargo, en la base de este problema está, en primer lugar, el
saber encontrarle sentido a la vida.
Nuestra época glorifica el cuerpo y sus placeres,
exalta la libertad sexual, pero piensa que todo esto tiene que ver más con la
esfera de la biología que con la psicología. Desde el momento que se considera
a la sexualidad como un fenómenos puramente biológico, deja de tener sentido
una moral sexual.
Edith Stein advierte: Una persona educada es aquella a la que le sabe bien lo bueno y le sabe
mal, lo malo.
Muchos jóvenes actuales se preguntan: ¿Por qué no
tener relaciones sexuales fuera del matrimonio? Porque Dios no lo quiere. El
sexto mandamiento dice: “No cometerás actos impuros”. ¿Cuál es el mayor deseo
del hombre? Es ver a Dios. Y Jesús dijo: “Bienaventurados los limpios de
corazón porque verán a Dios”. “El que ve a Dios obtiene todos los bienes que se
pueden concebir” (San Gregorio de Nisa).
El noveno mandamiento exige vencer la concupiscencia
carnal en los pensamientos y en los deseos. Esta lucha supone la práctica de la
templanza. Todas las épocas han pedido templanza en la educación de los niños y
de los jóvenes; pero ahora se nos quiere educar en la destemplanza y por eso
vemos tantos males, robos y excesos de todo tipo.
La virtud que más brilla en el paraíso es la pureza,
dice San Juan Bosco.
San Ambrosio hablaba con persuasión de la virginidad.
Las madres impedían que sus hijas fueran a oír su predicación, y llegó aún a
acusársele de que quería despoblar el Imperio. El santo respondía: “Quisiera
que se me citase el caso de un hombre que haya querido casarse y no haya
encontrado esposa”, y sostenía que en los sitios en que se tiene en alta estima
la virginidad la población es mayor.
Algunas veces se pierde el sentido de la vida y del
amor, y hay quienes ven su vida vacía, extraviada. Tal vez a éstas personas –y
a todos nosotros- nos pueda ayudar ver el testimonio de Patricia Sandoval en
YouTube, se llama “Érase una vez en la vida”. Es muy impresionante y
recomendable para jóvenes desde los doce años, profesores y padres de familia.
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