La familia que reza unida permanece unida
La familia es de
institución divina, es el nido de la humanidad. Madre Teresa de Calcuta dijo
muchas veces “la familia que reza unida permanece unida”.
Dios nos quiere alegres a
pesar de que haya Cruz. Los medios para ello son la Confesión, la oración y
acudir con frecuencia al Sacramento del altar. Así se acaba el reino del odio. Rezar
en familia es una decisión que deberíamos tomar necesariamente. La oración en
familia es el remedio para curar al mundo hoy en día. Cuando rezamos en familia
Jesús llega a nuestra casa. Cuando adoramos a Jesús nos unimos al mundo entero,
se paralizan las guerras, es el fracaso del odio. La Virgen pide que recemos en
familia todos los días, es una decisión que hemos de tomar, La Virgen ha dicho
que es el remedio para curar al mundo hoy día. Cuando rezamos en familia Jesús
llega a nuestra casa, como dice el Evangelio, cuando dos o tres se reúnen en mi
nombre, allí estaré yo.
El objetivo de rezar juntos
es hacer que Jesús entre en nuestra casa y haga un trabajo divino: A uno le da
la paz, al otro el consuelo, a uno la curación, a otro la liberación, hará que
crezca entre nosotros la unión de corazones. Así se hace un miembro de nuestra
familia, y cuando venga Satanás a destruir nuestra familia, se dará cuenta de
la presencia de Jesús y quedará aterrorizado.
“¡Ya nos podemos casar,
ya tenemos casa y coche!”, dirán algunos… Si no tienen a Cristo en el Centro, no
tienen nada. Satanás no tiene miedo de nuestra salud, casa o dinero, de lo
único que tiene miedo es de Jesús. Una familia que ora construye una barrera de
protección contra Satanás. Los que no rezan no tienen esa barrera. Hay pequeños
que crecen y no ven a su familia rezar de rodillas, estamos fabricando pequeños
ateos. En cambio, si los niños ven que en la mesa se habla de Jesús y se
cuentan anécdotas de vidas de santos, habremos puesto las semillas de la fe en
su corazón. Se darán cuenta que papá y mamá hablan de Dios con admiración.
La fe llega a los niños
gracias al ejemplo de los padres. Además, podemos ayunar una vez a la semana.
La Virgen ha hecho promesas extraordinarias a los que ayunen. Sólo mediante el
ayuno y la oración se pueden parar las guerras o suspender las erupciones
volcánicas, las avalanchas y los terremotos. ¿Qué es más fácil? Ayunar
miércoles y viernes a pan y agua o reparar los destrozos de un terremoto, un
tsunami o una guerra.
La Virgen nos invita a
ayunar los miércoles y los viernes como ella lo hacía vivía en la tierra y lo
mismo los primeros cristianos, como lo explica la Didajé (año 70 d.C.). Las familias judías, ortodoxos y los
protestantes ayunan, y los únicos que no ayunamos somos los católicos, excepto
el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. Por eso tenemos tantos problemas en
la Iglesia hoy en día.
Hay un pasaje del
evangelio en que Jesús envía a sus discípulos de dos en dos a evangelizar y
regresan contentos diciendo: “Incluso los demonios se nos someten”. Otra vez
volvieron y no habían consiguieron expulsar un demonio de un niño. En privado
le preguntan a Jesús porque no lo habían podido expulsar y Jesús contesta
Porque esos demonios sólo se expulsan con ayuno y oración. Los demonios más
poderosos y violentos se vencen así. Hoy Satanás trabaja de la manera más
violenta. Hay que ayunar para impedirle que nos perjudique.
Otro punto importante es
leer la Palabra de Dios. Podemos tener la Biblia abierta en nuestra casa y leer
un pasaje cada día, meditarlo y ponerlo en práctica durante el día. ¿Por qué es
tan importante la Palabra de Dios? porque si la conocemos, conocemos la
Voluntad de Dios y el plan que Dios tiene para nosotros, y el plan que tiene es
un plan de salvación. Jesús y la Virgen nos quieren y desean salvarnos.
Estamos bombardeados por
mensajes que nos envían la televisión, internet y los medios, y la mayoría de
ellos son venenosos, y luego no sabemos distinguir lo verdadero de lo falso. La
Biblia es palabra verdadera y, además, viva. Si leemos la Palabra de Dios, el
Espíritu Santo nos va a iluminar en un momento determinado para hacer la
elección correcta, a lo mejor, años después.
Hay mucha gente joven que
piensa que el aborto es una cosa buena y que, además, libera a la mujer. Si
tengo 15 años y quedo embarazada, la gente va a decir “que aborte”, pero si leo
la Palabra de Dios que dice: Yo he sido tejido en el seno materno…. Muchos
pasajes de la Biblia dicen que Dios es el autor de la vida y la vida humana es
preciosa a sus ojos. Cada uno somos una nueva creación hecha a imagen y
semejanza de Dios. ¿Quién soy yo entonces para decidir sobre un ser pequeñito
creado por Dios? En resumen, para vencer, hay que dejar el pecado. Dios sana y
restaura a familias enteras.
Comentarios
Publicar un comentario