La sociedad de hoy es post-cristiana
Habría que preguntar a los lectores si se consideran una
familia cristiana en una sociedad post-cristiana, y si aceptan que hay
principios “no negociables”. La familia cristiana es una “iglesia doméstica”.
La familia post cristiana va en camino de ser pagana. Y, sin embargo, el
cristianismo es la religión que más se expande en el mundo.
El confinamiento en los hogares ha traído una situación
novedosa y de intensa convivencia. En el seno de la familia se ha
re-descubierto la riqueza del hogar, ha habido momentos para jugar y reír
juntos, para conversar y conocerse más; tampoco han faltado momentos de tensión.
La tolerancia a la frustración hay que irla trabajando
desde la infancia. No solucionarles todo a los hijos, porque si no, todas las
virtudes que los padres han ido ganando, el hijo no las tendrá. Es preciso
pasar por la contrariedad y el sufrimiento. Si no te amas bien a ti mismo, no
podrás amar a los demás. Si no digieres tus fallos, difícilmente digerirás los
fallos de los demás. ¿Cómo se forja el amor a sí mismo? Los niños necesitan el
abrazo de la madre. Los varones necesitan la valorización de sus logros.
Algunas familias han caído en la cuenta de la importancia
que tiene dar un testimonio de fe y de cariño. Y para ello perciben que han de
fortalecer su fe a través de la oración, del rezo del Santo Rosario, del
estudio del Catecismo de la Iglesia Católica –que es el mayor tesoro que San
Juan Pablo II nos legó- y de acercarse de algún modo a la lectura de la Biblia.
La Encíclica Familiaris consortio explica que hay
familias que se han mantenido fieles a los valores y a la fe y otras que están
desconcertadas y desanimadas. Vale la pena leer este documento del Papa Juan
Pablo II y la Veritatis splendor ayuda a enjuiciar los problemas del mundo. Estamos
en una batalla espiritual, por lo tanto, las armas han de ser espirituales. Hay
que comprender que solos no podemos afrontar esta batalla. Tenemos que recurrir
al auxilio de Dios y a los medios que Él nos ha brindado generosamente.
En el matrimonio, los cónyuges son fortalecidos y quedan
como consagrados por un sacramento peculiar
(cfr. CEC 1638). La tarea fundamental del matrimonio y de la familia es estar
al servicio de la vida (cfr. CEC 1653). En nuestra familia, hay que aprender a
convivir con la debilidad propia y ajena. Somos personas imperfectas que
conviven con personas imperfectas. Sin embargo, Dios nos pide luchar por ser
santos. “La primera y mayor enseñanza de los santos es siempre su propia vida”
(Cfr. Juan Pablo II, Patres Ecclesiae, 2
de enero de 1980).
El compromiso de la familia cristiana es dar testimonio de
coherencia y de fidelidad a la fe; pero ello requiere conocer la fe con
profundidad, ponerla en el centro de nuestro corazón e irla asimilando con la
ayuda de la oración y de los sacramentos.
¿Qué
amenaza a la familia? La redefinición del matrimonio, guiados por el
relativismo, la cultura de lo efímero y la falta de apertura a la vida,
advierte el Papa Francisco. El santo Padre exhortó a estar atentos a la “nueva
colonización ideológica que busca destruir la familia”. (Manila,16 de enero de
2015).
Los
“Objetivos de Desarrollo Sostenible” de la ONU contra la Familia
Unos cuantos personajes, millonarios, dice que “ellos son
el futuro”, porque se han propuesto marcar las pautas de lo que vendrá. En
suma, el objetivo es cumplir con la Agenda 2030. Para lograrlo, promueven la
ideología de género. ¿Y con qué medios? Los grandes medios de comunicación
social como CNN, la BBC de Londres, Pixar, Walt Disney, Netflix, Google, Meta,
etc., están en sus manos. Lo mismo los grandes bancos y las farmacéuticas.
Si alguna vez nos preguntamos
cómo afecta el ámbito internacional a nuestra familia, deberemos saber que
muchos errores llegan a través de la Organización de las Naciones Unidas, en Nueva
York, y las políticas que emergen de allí, se esparcen sobre el mundo; pero la
familia puede neutralizarlo.
Uno de los objetivos
preocupantes es la peligrosa es la “educación sexual integral o comprehensiva”,
ya siendo incluida en libros de texto de la SEP (México) y de otros países
latinoamericanos, la cual ‘sexualiza’ a los menores y los adoctrina con
radicales ideologías sexuales y de género.
La Agenda 2030 de la ONU es
no-vinculante (no-obligatoria) para Estados Miembro, y, sin embargo, se espera
que tenga un profundo efecto en leyes y políticas de todo el mundo. La
“educación sexual integral” (CSE), constituye uno de los más agresivos ataques
a la salud e inocencia de los menores, debido a que utiliza materiales
explícitos para promocionar la promiscuidad y comportamientos sexuales de alto
riesgo, mostrándolos a los niños como ‘saludables’ y ‘normales’. El fin es cambiar
las normas de la sociedad, de tal modo que esta “educación sexual
comprehensiva” podría llamase “educar para el placer, el derecho al
aborto, a la promiscuidad y mostrar los derechos del grupo LGBT”; pero –como
dijimos-, la familia puede neutralizar estas acciones si está pendiente de sus
hijos y de los hijos de los demás. (cfr. Artículos de Norma Mendoza Alexandri).
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