Adicción a la TV. Causas y consecuencias
Causas
Cuando hay adicción a la televisión, el problema radica en
que la televisión es “una más de la
familia”, y más, si se encuentra en varias de las habitaciones de la casa.
Según Alonso Fernández el teleadicto “se halla sumido en el desierto mental de
la pasividad e inercia con erupciones de violencia (…), semejante al mundo de
los adictos a la heroína” (CAT Barcelona).
La afición desmedida por ver la televisión constituye un
riesgo de dependencia por encarcelamiento interno que anula la capacidad de
libertad y decisión. Las personas más susceptibles de padecer esta adicción son
los sujetos de carácter inestable, carentes de iniciativa, los que se sienten
solos o poco realizados, los enfermos depresivos y las personas con dificultad
de autocontrol.
Los niños de edad escolar son lo que con mayor facilidad se
vuelven adictos a la televisión, debido a un abuso de la pantalla no tutelado
por los adultos. La televisión es el invento que más dramáticamente ha cambiado
nuestros hábitos. Antes la gente le
daba más importancia a la literatura, leía, hacía deporte o salía a jugar a la
calle.
La sensación de una vida vacía y poco divertida lleva
también a las adicciones, por ello es importante leer más sobre cómo mejorar la
propia actividad y sobre lo que ocurre después de la muerte. La vida es corta,
y a veces invertimos gran parte de ella en ver televisión.
Consecuencias
de ser teleadictos
Ver mucho tiempo la televisión puede generar
arterioesclerosis, diabetes, colesterol alto, sufrir de presión arterial y de
sobrepeso, por el sedentarismo que se le asocia. Si a esa pasividad se le suma
el consumo de comida “chatarra” –frituras, refrescos, dulces- los riesgos son
mayores. Puede provocar que un individuo se vuelva más tímido o violento, y
crece su insatisfacción al no cumplir con sus responsabilidades en casa,
laborales o con otras personas. Además, frena la imaginación ya que da todo
hecho (cfr. psicologíayautoayuda.com).
Pasar horas viendo la televisión puede causar depresión por
el aislamiento y la soledad que conlleva esa actividad. Algunos expertos
señalan que las personas llegan a refugiarse
en la televisión para “bloquear” sus sentimientos y la realidad.
Un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association, confirman que por
cada dos horas adicionales que pasas viendo la televisión, el riesgo de
desarrollar diabetes tipo 2 aumenta en un 20%.
Al ver TV, una persona suele estar sentada, inactiva. Una
de las acciones propias de la naturaleza humana es caminar; los televidentes
dejan de dar al menos 1500 pasos al día. El corazón también sufre secuelas por
ver varias horas al día la televisión. El riesgo de sufrir una enfermedad
cardiaca aumenta 15%.
Ver muchas horas televisión puede causar fatiga visual y
dolores de cabeza, Estos síntomas se acentúan cuando lo haces con la luz
apagada. El reto es comenzar a cultivar hábitos saludables. Esto incluye ver
menos de dos horas al día tus programas favoritos.
Somos
responsables de cómo alimentamos nuestra inteligencia; de qué libros leemos,
qué conversaciones tenemos, qué programas o películas vemos y que tan
selectivos somos para escoger nuestros entretenimientos.
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