Mensaje de amor


 

Mensaje de amor que el Sagrado Corazón de Jesús lanza al mundo para salvarlo. Recibido por Consolata Betrone, monja clarisa capuchina (1903- 1946) Turín, Italia. Su causa de beatificación se abrió oficialmente en 1995.

Mientras el mundo se atomiza y desintegra por el odio de los hombres y de los pueblos, Jesucristo quiere renovarlo. Quiere que se eleven hacia el cielo llamas de amor que neutralicen las llamas del odio y del egoísmo. A tal efecto, enseñó a Consolata Bertrone un Acto de Amor sencillísimo que debía repetir frecuentemente, prometiéndole que cada Acto de Amor salvaría el alma de un pecador y que repararía mil blasfemias. La fórmula de este Acto es: "Jesús, María, Os Amo, Salvad las Almas"

"Consolata –le dice Jesús-, di a las almas que prefiero un Acto de amor a cualquier otro don que pueda ofrecerme"... "Tengo sed de amor"... (16 de diciembre de 1935).

Con este continuo Acto de Amor damos a Dios lo más excelente: que es amor a las almas. Con esta Jaculatoria nos podemos comunicar constantemente con Dios. Cada hora, cada minuto, es decir, siempre que lo queremos. Y lo podemos hacer sin esfuerzo, con facilidad. Es una oración perfecta; muy fácil para un sabio como para un ignorante. Esta oración comprende todo: Las almas del Purgatorio, las de la Iglesia militante, las almas inocentes, los pecadores, los moribundos, los paganos, todas las almas. Un acto subido de amor a Dios y a la Virgen María y puede decidir la salvación de un moribundo, reparar por mil blasfemias.

Un "Jesús, María, os amo, salvad las almas" pronunciado al levantarse, nos hará sonreír durante el día; nos ayudará a cumplir mejor nuestros deberes, en la oficina, en el campo, en la calle, etc. Se pronuncia con facilidad, sin distraerse y con agrado. Una jaculatoria, santifica los sudores, suaviza las penas, convierte la tristeza en alegría. Sostiene y consuela luchas de la vida... Y trae las bendiciones sobre los trabajos y sobre las familias.

Un "Jesús, María, os amo, salvad las almas". Ayudará a calmar tu indignación, a convertir tu ira en mansedumbre. Sabrás mostrarte benévolo al que te ofende. Volver el bien por el mal. Conduce a efectos nobles; palabras verdaderas, obras grandes y sacrificios heroicos, iluminará tu entendimiento con luces sobrenaturales; estimulará el bien, retraerá el mal. Obtendrá el arrepentimiento al pecador; en el justo avivará la fe y le hará suspirar por la felicidad eterna. "Recuerda que un Acto de amor decide la salvación eterna de un alma".

"No pierdas tiempo, todo Acto de amor es un alma". Cuando tengas tiempo libre y no tengas otra cosa que hacer, toma tu corona del Rosario en tus manos y a cada cuenta repite: "Jesús, María, os amo, salvad las almas"... En cuatro o cinco minutos habrás hecho pasar por tus dedos todas las cuentas y habrás salvado 55 almas de pecadores, habrás reparado por 55.000 blasfemias. Y si esto lo repites varias veces o muchas veces al día podrás salvar centenares y miles y hasta millones de almas... Y esto sin ser misionero entre los paganos, ni predicador... ¡Cuánto consuelo en la hora de la muerte y cuánta gloria tendrás en el cielo! … Cuando uno está ocupado con trabajos manuales, se puede repetir este Acto de Amor. Ha habido almas que han salvado varios millones de almas, con este medio tan sencillo...

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