¿Por qué ir a Misa el domingo?
- ¿Qué es la Misa?, preguntan.
Pero rara vez es bien contestada esa pregunta hasta por
los mismos católicos.
- ¿Qué es la Misa? ¿Es la Palabra de Dios?
- ¡No! Es mucho más que eso. No es una asamblea ni una
fiesta, es la repetición del Sacrificio de Cristo en
El Prelado del Opus Dei decía “No acomodéis la Misa a vuestro horario sino el horario a vuestra
Misa”. El amor a
Hay que asistir a Misa los domingos, porque sin
observancia del Domingo no puede haber vida religiosa. Tertuliano decía a los
fieles de su tiempo: “Sin el Domingo no puede haber cristianos. Non est christianos sine domenica”.
Asimismo, entre las preguntas dirigidas a los mártires por sus perseguidores se
distinguía sobre todo esta: “¿Observáis
el domingo?”, y si la respuesta era afirmativa ya no se preguntaba más pues
en ello se reconocía el cristianismo, por así decir, todo entero.
En
la Misa, los primeros cristianos encontrarían fuerza en medio de la
persecución. La ayuda y la salvación de
En
Francia, el Santo Cura de Ars decía: “El domingo es el día del Señor. El ha hecho todos
los días de la semana; podía guardarlos todos para él, pero no; nos ha dado
seis... ¿Con qué derecho tocas tú lo que no te pertenece? Sabes que el bien
robado no se aprovecha jamás. El día que se roba al Señor no se aprovecha
tampoco. Conozco dos medios para ser
pobre: trabajar en domingo y tomar el bien del prójimo”. Y concluye: Si
supiéramos lo que es la Misa, moriríamos de amor.
Urge recuperar las fiestas y aprender a divertirse
sanamente. Muchos jóvenes van a discotecas y sus papás no saben qué
pasa allí dentro. Allí se propicia un tipo de expresión basada únicamente en el
contacto físico, en la vibración y en los instintos estimulados por el sonido,
la penumbra, cuando no por el alcohol y la droga. Esto favorece un falseamiento
de la intimidad. Este ambiente puede llegar a distorsionar la formación de
personalidades que podrían llegar a ser profundas y maduras.
Antes de ir a Misa, lo mejor es
prepararse también para recibir la comunión con la conciencia libre de pecado
mortal. Si se tiene una “sombra” de conciencia de pecado, hay que pensar que a
Dios le gusta que nos abstengamos de comulgar. Toda Comunión recibida con
corazón limpio, tiende a restablecer en aquel que la recibe la inocencia
inherente al Bautismo, puesto que el Misterio Eucarístico es fuente de toda gracia.
“El misterio de
Una
profesora experta dice que lo que le falta a la juventud actual, a nivel
mundial, es fortaleza y templanza. Si no van a Misa, menos fortaleza tendrán.
Hace más de un siglo se apareció la Virgen María en La
Salette (Francia) a dos pastorcitos. Les hace saber, a Melania y Maximino, que lo que más le duele a Ella y a su Hijo es
que la gente trabaje los domingos y no vaya a Misa, y luego, también que se
blasfeme y se digan malas palabras.
Ulf Ekman dejó su congregación protestante de más de 200,000
miembros, para unirse a la Iglesia católica y pasa de ser pastor a simple
seglar. Narra él mismo: “Alguien me
preguntó cómo iba a sobrellevar no tener una congregación a la que dirigir, no
viajar por el mundo realizando labores de misión. ¿Cómo me iba a quedar
sentado, quieto en un banco? En realidad, no se preocupaba en absoluto. Al
contrario, era grato poder sentarme y ser uno más entre los fieles. Lo que me
había atrapado, llenado, alegrado y alimentado profundamente en esta nueva
situación era la Santa Misa” (El gran
descubrimiento, p. 238).
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