La muerte
En la tragedia griega, Antígona, muere el rey, éste
tenía dos hijos y dos hijas. Los dos hijos quieren reinar, así que convienen en
que cada uno reinará un año. Al término del año, el rey dice que ya le gustó
mandar y se queda con el trono. Se hace una guerra civil y muere uno de ellos,
Polinice. El tío, Creonte, se queda con el trono y prohíbe que se dé sepultura
a los dos hijos del rey, como escarmiento.
Las hijas, Ismene y Antígona reaccionan de modo diferente. Ismene llora y
ya; Antígona desobedece el decreto decide sepultar a Polinice y ofrecerle ritos
fúnebres porque así lo quieren los dioses, así que lo entierra. Hay un
conflicto entre la ley humana de Creonte y la ley divina -representada por
Antígona-.
El rey se entera y manda que la metan a una cueva y le pongan una tapia.
El coro está presente toda la tragedia y dice, entre otras cosas, que el ser
humano siempre tiene salidas, y la única cosa que no tiene salida es la muerte.
El principal mensaje de la tragedia la da el coro.
La tragedia de
Sófocles explora temas como el destino, el orgullo y la moralidad. Las
tragedias griegas nos ayudan a conocer el misterio del hombre, que es un
solucionador de problemas.
En De la
brevedad de la vida, escribe Séneca: “Salvo unos pocos hombres, a
todos los hombres los abandona la vida en el momento mismo en que se disponen a
vivirla”. También dice que los hombres suelen pasar la mayor parte de su vida
haciendo el mal; un gran parte, no haciendo nada y toda la vida en no hacer lo
que debían.
Está establecido que
todos los hombres hemos de morir una sola vez. Para los que tenemos fe, la
muerte será llegar a la casa del Padre, a la cita a la cual nos hemos estado
preparando toda la vida con ilusión. Esperamos llegar a la casa del Padre, pero
no queremos morir pronto porque queremos dar mucha gloria a Dios.
Por estadísticas se
sabe que dedicamos una tercera parte de nuestro tiempo a dormir, una octava
parte, a las comidas, una doceava parte a ver
Al atardecer de la vida se te examinará sobre
el amor, dice San Juan de
El secreto de la
felicidad está en el hoy. ¿Me he portado hoy como para ganarme la sonrisa de
Jesús?
Un dicho latino dice: “La muerte es cierta; la
hora, incierta”.
Los campeones de las
próximas Olimpiadas tienen entre 16 y 22 años. Uno de ellos comentó: Seré
dentro de cinco años lo que siembre hoy.
SI SE QUIERE AÑADIR
En Estados Unidos se va al entierro y no hay
entierro. Termina la ceremonia y cada uno se va a su casa, después se lleva a
cabo el entierro, ya sin gente. En algunos países europeos esconden los
panteones. Se elude la hora de la muerte, cuando hay que verla como parte de la
vida. En México, en algunas regiones, nos vamos a comer al panteón el día de
los muertos.

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